jueves, 27 de enero de 2011

Ganas de soñar, sinónimo de necesidad.

Y pienso en estos momentos de una tarde triste, tarde en la que finas gotas pegan contra el cristal de mi habitación, son tan suaves que no rompen la naturaleza de mis pensamientos. Y este vacío, no hay luz apenas en la calle, es un día imperfecto que juega y merodea dentro de mi y los recuerdos o anhelos.
Escuchando una canción de Train que habla de una pareja que se están dando un tiempo, él pregunta a su amor si en este tiempo que no sabe de ella, en su paseo por la atmósfera, ella vio la Vía Láctea y a las estrellas desvanecerse; si, por alguna remota casualidad le extrañó, si con un vago recuerdo ella respiraba su aroma, su mirada, su sonrisa... su camino en común.... aún así HAY TIEMPO PARA CRECER.
Puedes imaginarte sin un baile o un romance?
¿ Quién nunca se ha encontrado en una situación similar? se teme romper algo que alguna vez en el pasado, no hace demasiado ya que se logra recordar, ese alguien te hizo sentir calor, soñar... y ahora puede desaparecer todo aquello. A veces dejan de hacerte sentir que estás viva cuando han logrado tu corazón, como si nadie hubiese creado las flores, los días de sol, los paseos, los helados.... todo se traduce a monotonía y aburrimiento cuando hay mil caminos ahí fuera por recorrer juntos. Pero claro, te pasas un tiempo queriendo al lado de esa persona añorando lo que te enamoró y deseando encontrar algo en el ambiente, y se mueren las lágrimas y el silencio dentro de ti.
A veces el mundo entre los dos se para, uno mira que hace el otro para volver al movimiento, si no convence yo no muevo una ficha por MI AMOR... y ahora qué? nos quedamos sin bailes por orgullo? sin un romance largo? Ah claro, ya se, es que no existe la perfección idílica de pareja, eso no dura eternamente me responden a veces. Una noche con ese tipo de respuestas me voy a la cama pensando que quizás exijo y tienen razón sintiéndome vacía en sentimientos. A la mañana siguiente mientras una abuela me cuenta como su pareja la cuida día a día por miedo a quedarse solo por enfermedad, que siempre han sido los mejores amigos y que nunca han faltado las caricias, los abrazos, el hacer el amor o levantarse sonriendo al ver a quien quieres a tu lado... y me resbalan las lágrimas, porque SI existe.... pero está en nuestras manos construirlo.

En mi corazón existen tantos sueños de amor por compartir, tanto por dar y tanto por soñar recibiendo.... que me niego a convertirme en el futuro en una de esas parejas de año demasiado infelices, donde ya no hay nada que hablar, ninguna ilusión en conjunto que englobe a la pareja, sólo a los dos..... no quiero un salón donde hallarme en la otra punta del sofá, sin comunicación, sin besos pasionales... sin NADA. O incluso mucho peor, vidas paralelas escondidas o infidelidad.

Y ahora me encuentro con ganas de poco más que irme a dormir para no sentir esta pesadumbre dentro de mi que se refleja en el cristal que me separa de ti...... esos sueños en los que anhelo tus brazos, tu sonrisa que tanto me gusta, tu mirada de amor.
Lo peor es que a veces, ni siquiera tengo un cristal que me separe de ti, estás tan cerca y tan lejos a la vez, no es el cristal quien nos separa.... es nuestra estupidez!!!

Dicen que cuando llegas a cierto punto ya no hay nada que hacer, pues luchar es en vano... menos aún cuando no encuentras nada de quien quieres. En estos casos lo vago, sería hacer caso a esa muchedumbre y recortar nuestro camino en dos pedazos.... pero hay alguien en esta vida que me ha enseñado a luchar y soñar hasta el final. Donde más dolor tengo, más fuerza me nace.

Pero..... y si lucho sin saber volver a vivir contigo? sin tener miedo a comentar lo que me duele aquí y palpita? o no saber volver a sentir tus besos.... o que me nazca dártelos....

Que gran dilema, que gran cristal.... y que gran amor.