martes, 13 de septiembre de 2016

Y en mi camino... te encuentro, destino.



EL CAMINO. La definición pragmática la encontramos haciendo referencia por ejemplo a un desplazamiento por un sendero ( lugar físico) o rumbo a uno de caracter más abstracto o espiritual, el más complicado de trazar o dar sentido en esta vida en la que nos ha tocado participar como actores principales.

El camino a veces es un tanto difuso, sinsentido, lleno de contradicciones... pero le toca a uno sacar el coraje, de olvidar las prisas del día a día y pararse a pensar si " aquello" que se nos ha puesto por delante o más bien un pie para perder el equilibrio, tiene alguna explicación más allá de lo que percibimos a través de los sentidos. Sentada frente a este escritorio y con la noria de feria luciendo por la ventana por detrás, dedico unas líneas tratando de grabar a fuego toda sensación y sentimiento que me ha regalado la vida en estos meses de verano. Si bien al comenzar estas fechas me sentía con algo menos de suerte que otros muchos, comencé unos días a trabajar como auxiliar de enfermería en neonatos después nada más ni menos, que 6 años. A los pocos días me encontraba feliz por el aprendizaje, los compañeros, lo peques... pero la vida decidió que la baja llegara a su fin sin apenas haberla saboreado y poniéndome furiosa con la misma, llena de rabia porque estaba encontrando mi sitio de nuevo hasta que me topé con un muro los primeros días de mes,  a más " inri" las buenas suplencias estacionales ya se habían dado. Por suerte, o eso me decía a mí misma para no sentirme tan enfadada con el mundo, al día siguiente me llamaron para cubrir una media jornada en el Instituto de enfermedades neurológicas, concretamente en " daño cerebral". Fue un auténtico choque porque pensaba que no iba a ser capaz de hacerlo todo lo bien que la responsabilidad de esos pacientes requiere, entre otras cosas.
Mañana finaliza mi recorrido en el mismo y no me quiero ir, desde que comencé no hay noche donde antes de cerrar los ojos y dejarme llevar por el sueño, no recuerde algo con enorme amor y gratitud por esta oportunidad de estar aquí con estos pedazos de pacientes que tanto me han enseñado y lo aprendido de los compañeros. Hace una semana daban de alta a un joven tras 5 meses de tratamiento con fisioterapia y demás, donde he sido partícipe activa de su triunfo y lucha sin debilidad alguna... en el momento que daba la mano al despedirse de otro de los jóvenes, pude sentir como se me erizaba cada terminación nerviosa de mi cuerpo, teniendo esa sensación de tristeza y de AMOR hacia ellos difícil de explicar. Mientras me cabreo con el mundo y otras personas se quejan por banalidades, estas PERSONAS de todas las edades comienzan de nuevo en todo:  volver a caminar, leer, saber vestirse solos... han olvidado los muchos años que se han pasado encerrados estudiando por sacar carreras así como de todas las cuestiones de la misma, por ejemplo, sin olvidar de sonreir y disfrutar de la vida a cada instante.
Eso es lo que me llevo en mi camino, sus miradas, sonrisas... gestos de dolor que muchos de ellos tratan de obviar por bondad mientras perseveran en volver a ser los de " casi" siempre. No habré podido disfrutar mucho de piscinas, playas... pero sí de experiencias VIP, me siento realmente afortunada y con el corazón en un puño porque a muchos de ellos no los volveré a ver, sólo que a partir de ahora cuando cierre los ojos agradeciendo el  tener la coyuntura de un día más, desearé de manera férrea que cada uno de ellos tenga un poco más de tiempo para seguir con LA GRAN LUCHA de la vida.

Para Sergio, David, Loli, Miguel, Marina, Juan Antonio, Ángel, Jose Mª, Fede, Juana... no me olvidaré de ninguno de vosotros, siempre os llevaré conmigo.