miércoles, 23 de marzo de 2011

La frustración.


Frustración significa ante todo que somos humano que podemos ganar o perder....
Tratamos de protegernos de los fracasos; es difícil si aceptar que podemos ser perdedores.
La Vida muchas veces no nos da la oportunidad de detenernos a pensar si podemos o no seguir adelante. Decide que posición tomar: estancarte llorando y sufriendo la mala suerte o hacer algo. No importa qué: sólo en pensar en hablar con otro, consultar con alguien, pedir un consejo, ya significa un cambio positivo, porque abre tus ojos a un horizonte.
Lo más fácil es encerrarnos en nosotros mismos y sufrir en silencio la necesidad de gritar, de huir.... también necesitamos en mayor proporción cercanía, calor, apoyo pero no lo pedimos por miedo.
Es más fácil dejar de intentar pero bien sabemos que la vida no deja de caminar, si te paras pierdes, no le des ese gustazo a nadie. Date el valor que te mereces, deja que quienes te quieren estén a tu lado a la hora de levantar el vuelo, no te pares.
Por el día haz tu vida, ilusiónate, lucha por tus retos, trabaja, habla con amigos.... por la noche recapitula lo que ganas al no pararte, ganas la calma de volver a coger el hilo.
El golpe que sufrimos hace temblar nuestra identidad, nos sentimos destruidos, enojados y con una mezcla de culpa e impotencia.
Es como si una bomba hubiera estallado cerca de nosotros, dejándonos atontados por el estruendo y la confusión. Nuestra autoestima se ve conmocionada por un hecho al que no encontramos justificación.
Nuestra seguridad exterior cae en estrépito.

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